lunes, 26 de noviembre de 2012

Extraños Recuerdos Recurrentes

Tantas dudas como errores. Tantas vidas como amantes.

Las ganas de llorar ahora tienen ganas de salir volando por la ventana. Al otro lado del cristal sigue impasible tu imagen, desfigurada por la lluvia, con esa sonrisa tuya que nunca pide nada.

Sonrisas aparte, hay algo más que cubre mis noches. Algo que no veo pero percibo como una fuerza de otra galaxia. Lo noto entre los dedos. Es una invisible y fina seda que discurre por las yemas y enciende las llamas. Quizás sea la clave el cosquilleo que baja sin sentido por la espalda. Sólo siento el escalofrío que provocan las palabras que no dicen nada. Palabras cuyo único objetivo es hacer estremecer el papel de fumar que recubre la comisura de la boca.

No te acerques tanto.

Me quemo. Me prenden tus susurros. No me dañan, no es eso. Es que ahora los extraño.
Aparece de nuevo esa mirada, tan sutil, tan cercana, como un fantasma. La misma que ya he visto otras veces en otros ojos. Quizás nunca sepa si son reales mis fantasmas. Pero así los siento.

sábado, 10 de noviembre de 2012

Tejiendo despedidas.

En un instante me descuido y enjaulas mi locura. Tanta cordura me vuelve loca si no puedo salir de mí.
Desátame de todas tus neuronas. No quiero fragmentos de mí colgando de alguien.
No me tiendas al sol. Yo me alimento del sol que cae sobre las rocas, como los lagartos.
Olvida que una vez fuimos arañas tejedoras.

Yo tejía mi colchón para no caer sobre el frío pavimento el día de la despedida.

Tú cosías flores para mí.

Ahora yacen deshilachadas.

Y no tienes donde caer, mientras yo desato mis alas y me atrevo con el siguiente precipicio.


lunes, 29 de octubre de 2012

La noche de los gatos.


Volver los ojos y 
verte por dentro.

En blanco y negro.

Respirar.

No me hace falta respirar.

Los días vacíos se han llenado de nada y se han hundido.
Ya nadie los recuerda. 
Los eclipsan las luces de los bares, el humo que desprenden los días raros y eternos.
Los reducimos a momentos y cenizas, a labios mojados y versos escritos desde el tejado, viéndote pasar.

No creo eso de que no entiendes mi latir. Anda, ven a hacerme eco un rato, que ya no quedan momentos por abrir ni regalos que puedan ser despreciados.
Ya no hay ruido en la despensa, ni gatos que miren cómo nos miramos. 

lunes, 15 de octubre de 2012

NADA

Que pasa. Dime. Que pasa cuando vas andando de vuelta y escuchando el silencio de la calle. Es la noche. Es el miedo. El silencio es el miedo. Y no se puede hacer nada. Solo escucharlo en silencio. Oyes tus pasos, algún ladrido y un grillo que se ha salvado de la cigüeña y lo celebra. Y ya no ves nada. Te guías por el olfato. O el instinto. O quizás son tus pies, que ya se saben el camino a casa. Aunque no quieras. Hacia allá vas. Y sabes que nadie te espera. Pero da igual. Sigues andando. Preguntándote cosas que no sabes si tienen mucho sentido. Quizás solo estés loco. Eres solo un paranoico, de esos que salen en las noticias el día después de saciar su… su locura. Sí, es posible. Qué más da. Tú sigues andando. Sabes que cada segundo está planeado. Aunque no crees en el destino y solo sabrás de  esos planes cuando hayan ocurrido. Entonces pensarás: “¡claro! No podía ser de otra manera. ¡Qué tontería! ¿Cómo no pude imaginar que pasaría así?” No tiene ningún sentido. ¿Qué es lo que hace que todo esto ocurra? En el momento preciso. Qué pasa. ¿Qué pasa?

Nada.
A la mañana siguiente no te acordarás de nada.

domingo, 30 de septiembre de 2012

Me falta tu ausencia.

Eres eterno y eres fugaz. Eres tan frágil que no me acerco a ti por si te rompo el cristal. Y eres tan fuerte que te alejo de mí para que no quiebres mis alas. No sueltes mi mano si no me dejo querer, que no podría quererte si no crees en mis delirios. Si tú no me crees, dime ¿quién lo hará?
Sé que a veces no comprendes, que a veces mis palabras están donde no tienen que estar y me sobran los silencios.
Quiero que sepas que ésta es mi única forma de querer, pero es también mi manera de matar.


viernes, 21 de septiembre de 2012

Tiempo muerto

Dame un nombre, dame un sentido para esta nueva vida. Y olvida la antigua, que ya no la quiero.
Dame el candado del cuarto de lo imposible, de ojos sordos, de las noches dormidas. Que solo guardan sus esquinas el monólogo de relojes que ahogan si se les escucha.  No se volverá a abrir cuando sumerja la llave en la Tierra, que ahora vivo en la Luna.


Dame un descuido y róbame el tiempo, juega a esconderlo donde no lo oiga retumbar. Ahora solo pueden hacerme temblar tus "toma mis noches" y tus dedos por mi espalda; tu chispa de fuego bajo las pestañas.
Y derrocha mis horas, que ya no las quiero.

sábado, 8 de septiembre de 2012

Te observo.

Acechas. Seguro de que no te veo. Te observo. Acechas. Como un gatito. Tierno. Te crees un tigre. Yo vigilo. Y me divierto. Y te protejo. Que tus uñas no se quiebren en mi cuero. Quiero oírte maullar por un tiempo. Luego te haré ronronear a fuego lento.


viernes, 31 de agosto de 2012

El agua de la rivera.

Cierras los ojos y trotas aun más rápido, pero tranquilo, sereno. Eres la serenidad del río por el que bajas cabalgando. Veo tu reflejo en mis manos, en el cuenco de agua clara que formo con ellas. Aun te siento entre mis dedos. Y entre mis dientes, que muerden tus fantasmas. Y te veo cuando te marchas sin decir nada, sólo un guiño incierto que remueve las aguas y me hace estremecer.
Un día cerrarás los ojos para no verme marchar, pues yo seré la calma del río que se aleja.

viernes, 27 de julio de 2012

Ambos lados.

Ambos lados de mi cama son para mí. No cabe más silencio entre las sábanas, pegadas a la piel. No entra más oscuridad en mis pupilas. No hay frío en lluvia, cansada de llover. No hay tiempo en las horas. Los campos por los que trotas se riegan con las ganas de llorar. Y la mala hierba cada vez me agarra más fuerte.

Y entonces oigo cabalgar de nuevo. Y la sangre se encabrita de verte llegar montado en Azabache. Se sueltan las riendas, me pisas los estribos. La mala hierba fue un mal sueño. Solo eso y ahora es nada. Ahora relinchas si me alejo. Ahora que me buscas, me encuentro.

martes, 26 de junio de 2012

La muerte de Leah.

Descansaba en la superficie rocosa donde había tenido lugar el combate. Leah contemplaba sus manos sangrientas. No era su propia sangre y se podía adivinar en sus ojos cierto grado de placer. Como si ese espeso líquido goteando de sus dedos, lejos de causarle dolor, le sanara el alma. La dureza de su rostro rompía la serenidad clara de la luna, pero una mueca de alegría, más liviana que media sonrisa, equilibraba la noche.

La lucha había sido dura, no tanto por las brutales colisiones a espada de cuyas chispas de ira se alimentaba la oscuridad, sino por la fuerza mental de su contrincante.

Recordó el instante que cambió el destino de la batalla. El momento en que ella no dejó de perder pero aquel guerrero con cabeza de lagarto ocelado y ojos de hielo se dio por vencido.

Tan solo habían transcurrido unos minutos desde aquel momento. Minutos que le parecieron de gloria. Pero miró el cuerpo vacío del demonio y supo que no era una victoria. Él había perdido, ella no había ganado y no habría más oportunidades de vencer.


Cerró los ojos y siguió viendo el mismo penoso escenario. Miró sus manos y eran transparentes, como sus párpados, como todo su ser. El aire ocupaba su lugar y la nada en que se había convertido se esfumó.

Y no habría más oportunidades de vencer.

sábado, 16 de junio de 2012

Fin de curso.

He aprendido tanto de tus silencios, de tus no disfrazados de quizás, de tus escurridizas miradas y múltiples rehuidas de labios que no me importa que esto se acabara. Ya tengo todo lo que quería de ti.
Me han enseñado tanto tus cicatrices, aunque no conozca la caída, que las siento latir sobre mi piel. Como esa que tanto me gustaba, la del hombro. Nunca me quisiste contar como llegó hasta ahí. Mis dedos, con los ojos cerrados, piensan que escalan por tu espalda si rozo mi hombro.
He aprendido tanto de cada fantasma que cruzaba tus pupilas con un guiño para mí que no sé por qué me sigo preguntando si eras real, si eres real.
En cierto modo, me da igual. Ya lo tengo todo de ti.

sábado, 9 de junio de 2012

Reminiscencia

Hace más de un lustro que no sé de ti. Quiero pensar que me recuerdas, aunque sólo sea por no derrochar todas las veces que me decías que jamás podrías olvidarme. Quiero pensar que al menos queda un resto en tu memoria de aquellos momentos que pasábamos soñando con cambiar el mundo.
No me hace falta preguntarme cómo estarás. Sé que estás mejor que mal, pero que no estás bien, que lloras por las noches y sonríes por el día con las ojeras maquilladas y un parche en los hoyuelos.
Un día desperté y ya no estabas. Y sí, sé que fue culpa mía por no hacerte caso cuando me pedías que no me durmiera, que siguiera despierta a tu lado. Pero bajé la guardia, los párpados cayeron y desperté a años luz y kilómetros hielo de ti.
Ni una mirada de las tuyas puede atravesar tanto frío.

lunes, 4 de junio de 2012

Ceniza azul.


Joder, qué difíciles las despedidas cuando la vida toma ese sabor a carbón y se nota su natural amargor ligeramente más fuerte.
Cuando te llama la tierra con susurros incesantes que te hacen recordar a cada segundo tu destino. Y el dolor promete que no te dejará solo.
Ya se relamen las llamas, que al quitar su manto de fuego dejan un velo azul ceniza cubriendo tus ojos negros.
Pero joder, ¡qué difíciles las despedidas! cuando puedes contar el tiempo, que mides en parpadeos. Cada vez te cuesta más sostener el punto final del siguiente abrir de ojos.
Y ves la última partícula de arena deslizarse en espiral sobre el cristal del reloj y caer en montones de nada.
Ahora, por fin, ya sabes quien eres tú.
Eres tú esa última partícula de nada que resbala por la mejilla.

miércoles, 16 de mayo de 2012

El rezumar óseo de la vida humana

Si el hipocondrio izquierdo no responde, no confieses que son forzados los intentos de la sístole por llegar a ser diástole, no pretendas demostrar que no hay demora en las arterias, no ocultes que no hay suspiros que puedan suplir el líquido de la ausencia.  Conoces los motivos de la psique que llevan a la sinrazón, conoces el camino del impulso de los cables que carecen de mielina, el cruce de cordones en el ojal de las batas de neuronas aturdidas. Se esconden tras el cabello del caballo que cabalga, cuyos trotes puedo oír en el ritmo sinusal que retumba entre costillas. Son horas atragantadas en laringes recurrentes, en el transverso de los colon o en el ciclo circadiano confundido de aquellos que se niegan a cumplir las leyes del hijo de la madre natural.


Ahora se hace visible el color del calor del choque de la materia con la antimateria. Es el rojo oscuro, negro-rojo, rojo sangre, sangre seca que rezuma de la colisión de positrones en el roce de los cuerpos, en el baile de energía en torno al rasgado, tan temido como inesperado, beso último de la vida. 
El beso centinela de la muerte.


jueves, 10 de mayo de 2012

¿Te quedas un rato?

Te doy horas de sonrisas, agujetas de carrillos. Te perforo los hoyuelos. Dame tus días. Te los cambio por momentos, que no valen nada para nadie y lo serán todo para ti. Puedo convertir el tic abrumador del reloj en el tacto delicado de tu piel sobre las yemas de mis dedos. Sé inventarme cuentos y narrarlos por escrito en el dorso de tu dorso si me dejas.
Puedo escucharte o desquiciarte.
Puedo amanecer a mil kilómetros de ti si es eso lo que quieres, si es lo que me pides. Soy el dulce que no amarga. Soy el tiempo que quieras quedarte antes de despertar.
Y podría encenderte en mil sentimientos más, como el dolor que no sabrías apagar si te faltase mi aliento.

viernes, 4 de mayo de 2012

Adiós.

Un día te vas buscando otra vida. Y las hojas siguen cayendo a la tierra, muriendo de otoños, y de abriles que ahogan. Y las hojas mueren, pero mueren dando vida a la tierra que dejan. Y hoy te vas. Te dejas caer de nuestros brazos, como aquellas frágiles hojas. 
Pero dará vida, cayendo a la tierra, la luz que ya no tiene donde ir si no atraviesa tus transparentes ojos claros. Dejan vida los recuerdos y los abrazos que no pudimos dar y esperan aún que los recibas con los brazos abiertos. Y dan vida a la tierra las lágrimas de los ojos que lloran por ti. 


                                                                                     A mi primo, Tato.

miércoles, 2 de mayo de 2012

Te compro un tal vez.

¿Vendes las persianas de tus ojos? Termino de un trago la copa de tus rubores ¿me revelas los secretos que escondes en el tejado? Desato lentamente el cordón de tus costuras ¿Notas las palabras que hormiguean por tu espalda? Recojo con los dedos las miradas que tiras al suelo y te las devuelvo. ¿Quieres perderte conmigo en la marea encendida? Haré que rompan las olas en tus huesos y que parezca un accidente.

Llegará la mañana para rescatarte y yo me quedaré esperando sobre las rocas el siguiente navío decidido a naufragar.

lunes, 23 de abril de 2012

Lunas de Lunes

Hoy la Luna está llena como nunca, repleta de secretos. Se cubre con el pañuelo negro de las nubes pero nada podrá evitar que me desvele sus noches. Esta noche se iluminará cuando ella quiera, cuando no soporte más y estalle en mil pedazos de dulzura. Estallará en fuegos estelares con todo lo que ha callado durante tanto tiempo y guarda en su bolsillo oculto. Veré la piel íntima y delicada que no ha sido aun bombardeada por miradas sonámbulas. Y seré testigo de que aun quedan cosas hermosas por descubrir.

jueves, 12 de abril de 2012

Sal

Un poquito de desilusión en este plato de nada a rebosar. Como un pellizco de sal. Como otra cucharadita de azúcar al café. Innecesario. Como el aliño excesivo en la ensalada. Como los cristales que centellean en tu retina. Mágicos, sí. Pero prescindibles. 
Como tú. Sal a mi vida. Aditivo. Adictivo y dañino. Sal de mi vida.
Y un poquito de desilusión. Pero sólo un poco, que si no sabe demasiado a mi piel sin tu piel. Regusto de horas pasadas. Horas que acaban esparramadas por el mantel cuando la velada se despide sin probar los labios, que se han quedado fríos.

miércoles, 4 de abril de 2012

Historia sin final.

Que llames un domingo sin esperarlo y me obligues a reír sin tregua ni respiro. Que me tortures hasta que me duela la tripa o tema morir de risa. Vamos a saltar en los charcos más grandes y a ver quien grita más alto. No digas nada, sólo sácame a bailar. Y al final de la noche seguiremos dando vueltas en horizontal.
Quiero que mis cabellos acaricien tus dedos. Que tus dedos se retuerzan de escalofríos.
Quiero que termines esta historia en privado, con palabras que no se deban contar.

sábado, 31 de marzo de 2012

La pubertad de los astros II

La noche espera el reproche de los días. Procede la guadaña a su desgarro sutil. Se comenta que Plutón ha muerto de sobredosis de rayas de Sol. Júpiter se pinta las pecas y Saturno se quita los anillos. Se sienten troyanos del sistema solar. No habrá quien les desenrede las nubes. Esperan en la esquina a que pase la Vida. Sacan la navaja y la degüellan, convirtiéndola en polvo estelar y robando la venganza de su cartera.
No hay nada más acá de la nada. Dime tú si ves algo más allá.

sábado, 24 de marzo de 2012

Daniel.

Nace de las cuentas de la vida. Es la tangente de la primavera, el resultado de hacer maquetas de las flores. Quiere exterminar lo irracional, y que vislumbrar el universo se convierta en cotidiano. Barre debajo de mis palabras, buscando algo de sentido común. No entiende que no hay nada de común en mis sentidos. Es de acero la base de su arquitectura mental aunque basta un haz de luz de sol para fundirle como el mercurio. No hay esquina del mundo que no quiera conocer y temo que no se aburrirá de demostrar errores en teorías irrelevantes de la ciencia existencial.

viernes, 23 de marzo de 2012

A veces todo se vuelve normal...

Energía extinguida. Agoniza el calor. Un desencanto insospechado. Un desaliento prematuro. Aborto del corazón. Brota la sensatez. ¿Nos han desenchufado? Te miro y desapareces entre nubes de humo. Ya no me envuelve tu magia. He conseguido salir de un salto de tu sombrero de mago. Aunque extraño ese no entender, lo que me ponía la zancadilla cuando intentaba huir. ¿Dónde habrá quedado el campo magnético que me atraía tanto a ti? Menudo apagón, se ha ido la luz. ¿Dónde está toda tu gracia? Echo de menos esos grandes ojos llenos de pasión, como una copa de vino para dos.


¿Sigues ahí? Quizás nunca exististe.
Un haz de colores que se vuelven invisibles.

lunes, 19 de marzo de 2012

Déjame. Déjame a tu lado.

No me digas te quiero. No me llames cariño. No me llames. No quiero palabras. Quiero besos. Muéstrame que estoy equivocada. Dime que todo es mentira y al instante niégalo. Canta en voz baja. Deshaz la música en un susurro y haz que resbale por mis oídos. Canta y mírame. Enséñame todo lo que no sabes. Ven a verme, tienes un millón de excusas tontas. Hazme reír hasta que me duela. Ódiame. Mátame. Pero con cariño.

sábado, 17 de marzo de 2012

Aprendiz

¿Por qué se erizan las cuerdas vocales? ¿Por qué gotea el sudor entre los pensamientos envenenados? Dime, ¿por qué se mezclan las ganas de tenerte con las de dosificar el aire que me separa de ti? ¿Por qué son tan inoportunos los escalofríos? Dímelo mas alto, que sólo oigo susurros. Tengo sordera emocional. Hazme una gráfica con binomios, que quiero tenerlo más claro. Haz un boceto de lo que quieres de mí con el carbón de mis desprecios.
Y si todo sale mal, si al final no nos entendemos, no será tiempo perdido. Si no consigo que me lleves a ver las constelaciones que forman los lunares en tu dorso, no habrá sido en vano. Aunque quede como un suspenso en corazón. Aunque nunca llegue a ser tu peca más perfecta y tu pecado imperdonable. No podré olvidarte si en el tiempo que nos queramos me enseñas una canción. Incluso si sólo bailamos abrazados lo que dure esa canción.

martes, 13 de marzo de 2012

Desvelo

Amo las noches cuando pierden el sueño. Cuando se acurrucan en mi ombligo y me cuentan sus miedos. Pongo a hervir agua en el cráter de la luna y preparo infusiones de romero y melisa. Vuelvo a la cama y miro el techo, vacío de estrellas. La ausencia de luciérnagas del cielo es la que hace perder el sueño a las noches. Mis noches, que tiemblan con el temblor de las sombras de la luz de las velas.

sábado, 10 de marzo de 2012

La pubertad de los astros I

La luna está en celo. La luna se hace mayor rondando a un escarabajo. Y las horas tienen celos, empiezan a sentirse ridículas con tanto tiempo en el escote, que no sirve para atraer a los halos viciosos del queso celeste. Sus aureolas se encienden hoy con esotéricas cuestiones: ¿De qué está relleno el vacío? ¿de crema verde? ¿de algodón con fresas? ¿Cómo describir la oscuridad vacante de la materia? Divertidos campos de minas donde los niños juegan al caer el día. Y pétalos de papel cartón marchitos cuelgan de los tallos de alambre. Todavía hay quien sueña que duerme el invierno. Y está en busca y captura el fa sostenido que sostienen los pianos.

miércoles, 7 de marzo de 2012

Jugando al parchís. Te toca.


Me vas doblando una a una las esquinas de mi tiempo. No te importa que ya sea circular. Te crees que no me doy cuenta. Pero no pierdo detalle de como me tallas con sumo cuidado. Con sigilo, para no disipar ni por un momento la midriasis de mis pupilas. Igual de simple que yo, que subrayo tus colores para hacerte sentir mejor. No dejemos de enredar, ahora que empiezo a sentir el sentido de tus huellas dactilares marcadas en las figuras de plastilina. Ahora que me embadurno de pinturas acrílicas sólo para que repares en mis matices. Convertir mi arcoíris en tu iris. Ese es mi maléfico plan.

martes, 6 de marzo de 2012

La melodía de la lluvia

Sabes que busco sonidos en los ecos de susurros olvidados. Que con relámpagos rompe la tormenta los ruidos roncos que recuerdo entre rumores. Y son las épocas claras de llovizna apacible los que devuelven al mudo silencio el leve tintineo del polvo de nube, mientras los aguaceros guardan los aguijones y aguantan el chaparrón.

sábado, 3 de marzo de 2012

Latidos

Un latido tras otro. Un continuo latir. En el infinito. No sabes si lo oyes o lo sientes retumbar. Un latido acelerado. Demasiado. No sabes si es tuyo o de quien llama para entrar. Un latido precoz, rítmico, perfecto. Un latido monótono, rutinario. Y, sin embargo, esperas, casi con delirio, el siguiente impulso, temiendo que pueda ser el último tamborileo de la vida.

jueves, 1 de marzo de 2012

Cruce de cueros.

Áspero recorrido hasta tus labios, cubierto de fina seda. Alfombra de piel hasta tu ombligo. El mejor camino para perder la cabeza. Donde cada noche estreno las sombras. El vagón desde el que despido las horas. El lugar en el que descarrilan mis latidos. El pergamino donde escribo mis secretos con jadeos. El origen de tu voz y tus gemidos. El umbral de mi demencia. Impregnado del sabor de lo prohibido. Víctima de dentelladas sin pudor de los colmillos. Amado por las lenguas, pero fiel a la humedad de mis derroches de aliento. Tu cuello, amante de mi boca y de las noches sin sentido.

domingo, 26 de febrero de 2012

Sacúdete las horas que no estás conmigo.

Deja que te bañen los latidos del río que desciende por mi espalda cuando me rozan las ondas de tu voz. No te asustes si ves que viene contaminado con todos los besos que voy a robarte. Sumérgete en mis ojos. Y no te asustes si sientes que no quieres volver a la superficie y prefieres ahogarte en mi charco que secarte sin mí.

sábado, 25 de febrero de 2012

Huellas

Son de nieve las mentiras que precipitan de tus labios. Son tan blancas como puras. Son mentiras que no engañan. Ni hacen daño. Porque ya las conozco. Pero dejan huella. Y ya es tiempo de cambio. Es tiempo de olvido. Mejor, de crear nuevos recuerdos. Las mentiras se deshacen con la primavera. Es hora de comerse el sol, que está recién puesto en el cielo. De entenderse con los pájaros que no saben cantar.
Iré a la pata coja un rato, hasta que me dejes de hacer falta para andar.

jueves, 23 de febrero de 2012

Sin título. Sin ti.

Llámalo como quieras. Yo no me atrevo a darle nombre, sería encerrar un sentimiento entre letras. Es mucho más que cualquier palabra. Es con lo que me levanto cada día. Es el té con menta a media mañana. Que me enseñes lo que ahora sólo puedo imaginar. Lo que me queda por descubrir. Conocerte tan bien que pueda predecir cada movimiento. Que cierre los ojos y aparezcas bailando. Y contigo, una sonrisa inevitable. Que captes una palabra, un detalle entre tantos gestos sin valor y me lo devuelvas. Que sin darme cuenta me hayas colocado este marcapasos acelerado en el pecho.
Con dos palabras calmas el remolino mental. El mismo que provocas.
No puede ser necesario algo sin lo cual he sobrevivido tanto tiempo. Y sin embargo, así lo siento, como una dosis de seguridad en las venas, o una calada de plenitud.  Quizás debería pensarme tu inocuidad, pues cada vez más necesito liarte, sentirte entre mis labios, prenderte y volverte a fumar. 
Que me des otro aliento de complicidad. O el capricho de ser feliz.
Llámalo como quieras.

lunes, 20 de febrero de 2012

Ingenua

Para otra vez, aprenderé a mentir.
Reconozco que si no estamos ya volando y seguimos dando tumbos en el suelo es por mi culpa. Tengo el ala rota. Y tú no me escuchabas cuando te lo advertía. Solo desplegabas ante mí tu entusiasmo por despegar. Y tú no me creías, por que, al principio, todos mienten. Yo no. No me gustan las mentiras, como tu promesa de que todo será sencillo. -Sólo déjate llevar- dices, pero nunca me das la mano.  
Para otra vez, aprenderé a mentir. A ver si así desconfías y me “echas un ala”, o me prestas tus plumas. O a ver si así desconfío y me doy cuenta de que, en realidad, no quieres volar conmigo.

domingo, 19 de febrero de 2012

Muerte.

Las horas muertas mueren sin ganas. Se aburren de esperar la caída del grandioso emperador de nada, el Tiempo. Que se comen las uñas, los dedos. Cenizas de ayer son mis recuerdos. Otra vuelta al minutero, otra vida pasada, perdida, llorada. Otra vida sin llamas, sin alas. Otra rima consentida. Otro verso sin sentido, en un poema... que se apaga.
¡Qué encienda la luz del alba! esta noche no es ni noche. Hay rasguños de tiempo llorando, desgarrados y violados entre las sábanas, heladas. Sólo se sienten los leves latidos abochornados del reloj y ya huele a putrefacto el despertar. Por no decir, que no debo, que huele a muerte de madrugada. No me despiertes mañana. 

sábado, 18 de febrero de 2012

Misantropía

Voy a incendiar la Tierra. Voy a sofocar el Sol. Quebrará el fino cristal de la Luna de oírme gritar. Quiero  desgarrar cada galaxia y ver arder al Universo. Quiero destrozarle la vida a la vida. Quiero partirle las horas al tiempo. Voy a cambiar las reglas del juego. Voy a enterrar las copas de los árboles y el viento no tendrá donde soplar. Pondré fin al infinito. Y no, no lo haré por ti. Ni por nadie.
Anestesia mental. Soy inmune al Mundo.

jueves, 16 de febrero de 2012

Petite mort

Una hora en tu cama es tan corta y tan extensa que se nos escapa entre las piernas y gotea por las sábanas. Es tan intensa pero tan etérea... tan urgente, suave, revoltosa y a la vez tan tranquila, pausada. Tan eterna y mortal que no creo que sobreviva a la siguiente hora, aunque no deseo otra cosa que morir de ti.

Búscame entre la ropa

¿Quieres liarme las sábanas, robarme las ganas, partirme la voz? Dime, ¿qué quieres? ¿Quieres que prendamos fuego a la razón? No sé a qué esperas. Cámbiame los versos por miradas. No necesito más abrigo que tu piel. Déjate de cuentos que ni tú te crees. No me voy a marchar ni me vas a dormir con una nana. Lo que yo quiero es que me quites el sueño, sumergir tequieros en sudor, ahogarlos bajo la piel de tu cuello y morirnos a la vez. Hazme después revivir. Hazme la vida. Hazme poesía. Hazme de cera y derríteme. 

miércoles, 15 de febrero de 2012

Madrid


Pan con chocolate y naranja. Tú. Un paseo bajo la mirada sostenida de los rascacielos de la ciudad, o bajo la sombra de las acacias del Retiro. Mil lugares donde huir y olvidar la vida. Pero aquí se está mejor, dando migas de rutina a los cisnes negros. Salir a flote tras cruzar los puentes de la historia. Chocarse con la gente notando su presencia. Dejarse perder. Dejarse guiar y sorprender. Recorrer de nuevo la Gran Vía y no sentirla igual. Un café bombón a las tres. Llegar a casa y echar de menos montar en metro, sentirse tan grande y diminuta a la vez.

lunes, 13 de febrero de 2012

Ven y llévame.

Puede que solo sea casualidad, el choque inesperado de mi instante y tu momento. Te veo en el vaho de las mañanas frías que exhalo en mi aliento, que llevo tan dentro y expulso como si no me hicieses falta. Otras, en cambio, eres la humedad de la hierba, la que solo me cala si me dejo caer sobre ella, buscando un escalofrío de lluvia no consumada.
Pierdo el tiempo pensando que lo estoy perdiendo y me sorprende que aun no me haya enfriado tanto calor malgastado. Lo cierto es que no me importa estar así, al acecho de un gesto, una sonrisa, un detalle, un momento tuyo y mio, un instante solo nuestro.
Dices que eres una gota de agua que empaña mi ventana, pero yo sé que eres ese mar que viene a removerme las olas. Lo cierto es que no me importa estar aquí, esperando que me arrastre tu marea, que me destierres de una vez los pies hundidos en la arena.

domingo, 12 de febrero de 2012

Difusa resignación.

Hoy he cenado con tu desgana y tu desdén, como nunca hiciste tú. Me hicieron saber mi insensatez: pensar que me piensas si ni siquiera sientes cuando te besan mis manos. Ni tus fantasmas me abrazan. Asumo la despedida. Seguiré por donde iba antes de toparme contigo, buscando excepciones a la soledad. No te guardaré rencor. Ni recuerdo. No se puede recordar lo que no ha sucedido. No les digas a mis sueños que todo era mentira. Sueñan despertar los sueños en vilo y los sueños prohibidos aun creen que duermo contigo.

miércoles, 8 de febrero de 2012

Barreras mentales

Estoy harta de los límites, de fronteras, de banderas. De las metas que no llegan. Estoy harta de las mentes con cerrojos y los ojos como platos. De las uñas afiladas. Harta de que la mediocridad sea un fracaso. Del temblor de los labios, de las cuerdas que estrangulan las gargantas. De las ganas de llorar. Quiero mirarte a los ojos y no puedo. Quiero sentir lo que sientes y me da miedo.  Quiero abrazarte un segundo y me aparta el tiempo.
 Necesito romper a patadas este muro de prisas, de cruces de brazos, de miradas que observan, de prejuicios. Pero muro, sobretodo, del aire que nos separa. Quiero tirar esta pared que me impide coger tus besos al viento y a ti con ganas.

martes, 7 de febrero de 2012

Indecisión.

Me diste a elegir uno de tus colores y yo no sabia cual coger, si el rubor de tus mejillas o la chispa naranja de tus ojos; el color con sabor a chocolate de tus lunares o el negro encendido de tu pelo. No sabía si quedarme el transparente de tu piel y robar, sin que te dieses cuenta, la sombra de tus hoyuelos. Estaba a punto de decidirme por el marfil de tu sonrisa cuando dijiste: tómalos todos, que yo no los quiero.  Y mientras lo decías, todos tus colores perdieron su esplendor.

lunes, 6 de febrero de 2012

Mal endémico.

Me arañan las entrañas. Me roban la razón. Devoran lo ordinario. Me infectan de locura. Me dan escalofríos solo con pensarte. Y hasta creo que tengo fiebre.  No sé por qué lo llamarán mariposas. Son murciélagos.

domingo, 5 de febrero de 2012

Huele a quemado.

Me besas como si quisieras quitarme la sustancia. Me dejas sin aroma cada vez que me inhalas. Pero hoy vengo buscando venganza. Voy a abrazarte tan fuerte que tendrás que rogarme que te deje respirar. Vamos a entrelazar nuestros dedos hasta que no sepamos cual es tu mano y cual la mía. Y que se desgasten las horas de tanta fricción.

viernes, 3 de febrero de 2012

Los de verdad.

¿Has tenido esa sensación? Mucha gente te rodea pero te sientes solo. Algunos te quieren durante los minutos que te tienen en frente y cuando te das la vuelta desapareces para ellos. Y ellos para ti. Esa sensación de estar siempre a la intemperie, desprotegido y sin nadie más que la pantalla de un ordenador a quien contarle tu soledad.
Pero, ¿nunca has tenido esa sensación de estar con alguien tan a gusto que jurarías que llevas con él toda la vida? Aunque en realidad os conozcáis de dos días, hablas con más naturalidad que cuando le hablas al espejo. Sabes que puede leer tu pensamiento y sentirse como te sientes.
A pesar de todo, de vez en cuando te ataca un pequeño pánico de poderlo perder. Te aterrorizas por un instante. Hasta que vuelves a mirar vuestra foto y te das cuenta que no existe nada capaz de romper esto, por que no es algo que hayamos forjado los dos. Es algo que ya estaba ahí antes de existir los conceptos “tú” y “yo”, y no depende de nosotros, ni de nadie. Por mucho que intentemos, no lo podremos romper. Estamos condenados para siempre a ser aliados contra la vida.  

Ni sé por qué asalto vamos.

Dame una tregua. Dame un respiro antes de que empiece a respirarte.  A ver si vas a ser más real que lo real, aunque ya dudo de todo. Si crees conocerme te reto a pasar a mi lado mil años, a ver si consigues descubrir quien soy.  Si quieres fumar, fumemos la pipa de la paz, a ver si va a dejar de ser un juego y nos tiramos a matar. Podrías derribarme con el soplo de un beso pero prefieres usar la mezcla de los “quizás” y los “peros” con ingrediente secreto. Buscas los míos entre tantos huesos por que sabes que están sin roer. Pero no me importa, de momento me entretengo viéndote correr y mirar de vez en cuando para atrás a ver si te persigo. Viéndote perder en este juego que te acabas de inventar. Nunca pensé que fuese tan divertido hacerse daño.

miércoles, 1 de febrero de 2012

Anamnesia.


Clavos ardiendo. Noches en vela. Promesas cumplidas.
Tonto corazón.
Fotos de recuerdos.
Historias prohibidas y secretos a voces.
El camino. Las pisadas. Aguacero, aguardiente y calma.
Son las 3. De la mañana. Para siempre. Yo en mi cama. Tú, no sé.

El tic… y el tac. El sabor de los colores. El color de los sonidos. Vasos de nada. Paredes que embisten. Ventanas por abrir. Candados de papel. Castillos de arena. Princesas con ojeras.
Vestidos con volantes.
Cajones de porqués.
Brújulas desorientadas y relojes a destiempo.

Las horas del día y de la noche los miedos.

lunes, 30 de enero de 2012

Besos por la espalda

Pequeña tejedora como única amiga. Araña que camina por el techo de mi cuarto. Eso es todo lo que tengo. Eso, y tú en mi cabeza como íntimo enemigo. Besos de cobarde, son los besos por la espalda. Un juego de críos, este juego de los dos. Tus razones no esperan por nadie. Y son tus razones las que siempre llegan tarde. Son tan castas como impuras las palabras que me arrancas. Con gusto te daría todo lo que pides pero dentro solo tengo telas de araña.

domingo, 29 de enero de 2012

Quizás...

Confieso que aun no entiendo, pero empiezo a comprender. Me gustaría entrar de puntillas de nuevo en aquel otoño, como si no hubieran pasado ya mil emociones distintas desde la primera sonrisa. Quisiera que me dejases volver a empezar y quiero pedirte disculpas por no entender tus miradas y todo lo que me querían decir.  Por no saber escuchar lo que expresaba el trasfondo de tus palabras y ser tan analfabeta de no saber leer el deseo de tus labios por los míos. Por ser tan cobarde de huir de unos ojos que no se callan nada y me hacen temblar.  Y quiero, si no es mucho pedir, que me quites los miedos que sabes que tengo y que en parte son por ti. Sabes –y si no lo sabes te lo cuento- lo mucho que me cuesta, si no es por escrito, decir lo que pienso.
Se me ha hecho tarde, y por mucho que ponga el corazón en hora no podré recuperar los latidos perdidos. Sin embargo, quizás valga la pena intentarlo.
He estado estudiando tu idioma y, aunque aún no lo domino, sé que será más fácil y menos doloroso hablar por pestañeos, que dar palos de ciego.

viernes, 27 de enero de 2012

Un extraño.

Puedo ser un cruce de miradas. Puedo hacer de las horas que te faltan. Quizás sea yo esos días que no llegan. O la lluvia que te encanta ver desde la almohada. No sé si seré tu próxima parada. Tal vez sea esa extraña que aparece como un fantasma dondequiera que vas. Esa a la que has puesto nombre y una vida imaginaria. Puede que tenga una vida creada por ti y yo no lo sepa. Yo solo siento la mirada de reojo de un desconocido que anhela descubrir que soy tal como se imagina.
Pero no. Soy mil historias que nunca ocurrieron, que se quedaron observando desde fuera por no atreverse a entrar. Que perdieron todo menos el miedo.

jueves, 26 de enero de 2012

En clase

Al día siguiente, mientras la profesora explicaba, un murmullo en el infinito, Axel se levantó lentamente del pupitre. Avanzaba decidido pero con tranquilidad hacia la ventana. Podía ver las almas de muchos de sus compañeros divagando por el aula igual que la suya. De repente se encontró de nuevo sentado. La voz de la profesora diciendo su nombre le devolvió a la realidad. A pesar de la repetición de la pregunta de Historia que le hacía la señorita, él no respondió. Estaba enojado por haberle despertado de su pacífico letargo y por hacer que regresara a esa inútil clase. Se levantó de nuevo sin importarle nada. Y sin abrir la ventana se marchó volando. Cuando llegó a su parque preferido descendió. Miró a su alrededor y comenzó a correr. Necesitaba algo más que estar en ese parque donde jugaban tantos recuerdos. El aire de la fría mañana de noviembre purificó sus pulmones. Comenzó a correr a través del tiempo. Cada vez sus pies tocaban el suelo con menor frecuencia. Cada vez abarcaban más sus pasos. Pronto llegaría al norte de África. Ya había cruzado el mar. Cuando la maestra lo llamó, esta vez con mayor intensidad de voz, a él solo le dio tiempo a volver hasta Sevilla.
-¡Axel! ¿Dónde estamos?
-En Al-Ándalus, señorita.
-Muy bien, pensé que te habías vuelto a quedar dormido.

miércoles, 25 de enero de 2012

Soy.

-Lo único que hace que no seas perfecta es tu condición de ser humano.
-¿estás seguro?
-¿de qué?
-De que soy humana.

domingo, 22 de enero de 2012

Miedo

Estas hecho de palabras. Palabras duras como escarpas y otras débiles como yo. Aún sigues esperando que escampe para salir de tu guarida. Sabes que una gota no te cala pero crees que no estás preparado para llorar sin que se note. Y eso que te mueres de ganas de cruzar la calle, ahora que cae este aguacero, para colocarte la capa de lluvia mientras gritas que ya no tienes miedo. Lo has imaginado mil veces. Pero estás hecho de palabras. De palabras y de miedo.

jueves, 19 de enero de 2012

Tuyo es, solo, lo que no tiene dueño.

Se me ha vuelto a escapar la primavera. La vi cómo corría tras unos caracoles alocados. Se me ha vuelto a escapar y es mi única primavera.
Pero sé que va a volver cuando se aburra de los fríos inviernos que andan sueltos por ahí. Volverá cuando se entere de los veranos que he pasado sin ella, cuando sepa todos los otoños a los que les he recogido las hojas secas. Volverá por que sabe que es mi única primavera.
Cuando se aburra de perseguir caracoles, entonces volverá.

martes, 10 de enero de 2012

¿Cómo olvidar esas piernas que siempre subían mis escaleras?

Di que no te he enseñado nada. Que no hay nada mio en ti. Di que no fuimos la misma persona y que me quieres perder.
¿Serás capaz de olvidarme?
Dime que no te perseguirán nuestros recuerdos. Que no apareceré entre tus cosas cuando menos te lo esperes, cuando menos quieras verme. O cuando suene esa canción.

Hay cosas, hay momentos, hay personas que jamás se olvidan. Aunque quieras.

viernes, 6 de enero de 2012

Puñaladas al cielo.

El campo de cigüeñas perfila el horizonte. Sobre los picos naranjas descansa el cielo, cansado. Cansado de esperar el fin del mundo. Cansado de ver como se repiten las mismas historias durante milenios. Y cansado ya de huir siempre al mismo lugar. Al campo de cigüeñas. Cigüeñas tiesas como palos, con los picos naranjas apuntando al cielo, con los ojos entrecerrados por la luz del sol y por el viento. Cigüeñas cansadas ya de aguantar al cielo.

martes, 3 de enero de 2012

Peor para el sol.

Regálame una tarde. Llévame al parque. Tumbémonos en la hierba. Vamos a hacer mil fotografías. Cuéntame tus sueños. Hablemos de la vida. Hazme reír. Léeme una poesía. Escuchemos nuestra canción preferida. Compremos chucherías. Juguemos a piedra papel o tijera. Vamos a aguantarnos la mirada. Vamos a gritar lo más que podamos. Corramos por el campo y cuando no podamos más dejémonos caer sobre la hierba. Abrázame. Abrázame fuerte. No me sueltes. Nademos en un campo de trigo. Muéstrame tu película favorita y yo te enseñaré la mía. Llévame al parque de atracciones, cómprame un globo y montemos en la noria. Dime que no crees en el amor, que esto que sentimos no lo puede sentir nadie. Todo es un sueño. Dime que no quieres despertar. Vamos a ver como huye el sol, muerto de celos. Bésame cuando ya no nos pueda ver.

domingo, 1 de enero de 2012

Déjame solo conmigo, con el íntimo enemigo.

Huir o enfrentarte a ti mismo. De cualquier modo sabes que acabarás herido y vencedor. Renacerás cuando mueras. Si consigues atravesar con esta espada tu cuerpo, se romperá por fin el fino hilo que te une a ti. Celebrarás tu victoria sabiendo que perdiste en esta batalla lo que más necesitabas para ganar la guerra.