miércoles, 2 de mayo de 2012

Te compro un tal vez.

¿Vendes las persianas de tus ojos? Termino de un trago la copa de tus rubores ¿me revelas los secretos que escondes en el tejado? Desato lentamente el cordón de tus costuras ¿Notas las palabras que hormiguean por tu espalda? Recojo con los dedos las miradas que tiras al suelo y te las devuelvo. ¿Quieres perderte conmigo en la marea encendida? Haré que rompan las olas en tus huesos y que parezca un accidente.

Llegará la mañana para rescatarte y yo me quedaré esperando sobre las rocas el siguiente navío decidido a naufragar.

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