lunes, 30 de enero de 2012

Besos por la espalda

Pequeña tejedora como única amiga. Araña que camina por el techo de mi cuarto. Eso es todo lo que tengo. Eso, y tú en mi cabeza como íntimo enemigo. Besos de cobarde, son los besos por la espalda. Un juego de críos, este juego de los dos. Tus razones no esperan por nadie. Y son tus razones las que siempre llegan tarde. Son tan castas como impuras las palabras que me arrancas. Con gusto te daría todo lo que pides pero dentro solo tengo telas de araña.

domingo, 29 de enero de 2012

Quizás...

Confieso que aun no entiendo, pero empiezo a comprender. Me gustaría entrar de puntillas de nuevo en aquel otoño, como si no hubieran pasado ya mil emociones distintas desde la primera sonrisa. Quisiera que me dejases volver a empezar y quiero pedirte disculpas por no entender tus miradas y todo lo que me querían decir.  Por no saber escuchar lo que expresaba el trasfondo de tus palabras y ser tan analfabeta de no saber leer el deseo de tus labios por los míos. Por ser tan cobarde de huir de unos ojos que no se callan nada y me hacen temblar.  Y quiero, si no es mucho pedir, que me quites los miedos que sabes que tengo y que en parte son por ti. Sabes –y si no lo sabes te lo cuento- lo mucho que me cuesta, si no es por escrito, decir lo que pienso.
Se me ha hecho tarde, y por mucho que ponga el corazón en hora no podré recuperar los latidos perdidos. Sin embargo, quizás valga la pena intentarlo.
He estado estudiando tu idioma y, aunque aún no lo domino, sé que será más fácil y menos doloroso hablar por pestañeos, que dar palos de ciego.

viernes, 27 de enero de 2012

Un extraño.

Puedo ser un cruce de miradas. Puedo hacer de las horas que te faltan. Quizás sea yo esos días que no llegan. O la lluvia que te encanta ver desde la almohada. No sé si seré tu próxima parada. Tal vez sea esa extraña que aparece como un fantasma dondequiera que vas. Esa a la que has puesto nombre y una vida imaginaria. Puede que tenga una vida creada por ti y yo no lo sepa. Yo solo siento la mirada de reojo de un desconocido que anhela descubrir que soy tal como se imagina.
Pero no. Soy mil historias que nunca ocurrieron, que se quedaron observando desde fuera por no atreverse a entrar. Que perdieron todo menos el miedo.

jueves, 26 de enero de 2012

En clase

Al día siguiente, mientras la profesora explicaba, un murmullo en el infinito, Axel se levantó lentamente del pupitre. Avanzaba decidido pero con tranquilidad hacia la ventana. Podía ver las almas de muchos de sus compañeros divagando por el aula igual que la suya. De repente se encontró de nuevo sentado. La voz de la profesora diciendo su nombre le devolvió a la realidad. A pesar de la repetición de la pregunta de Historia que le hacía la señorita, él no respondió. Estaba enojado por haberle despertado de su pacífico letargo y por hacer que regresara a esa inútil clase. Se levantó de nuevo sin importarle nada. Y sin abrir la ventana se marchó volando. Cuando llegó a su parque preferido descendió. Miró a su alrededor y comenzó a correr. Necesitaba algo más que estar en ese parque donde jugaban tantos recuerdos. El aire de la fría mañana de noviembre purificó sus pulmones. Comenzó a correr a través del tiempo. Cada vez sus pies tocaban el suelo con menor frecuencia. Cada vez abarcaban más sus pasos. Pronto llegaría al norte de África. Ya había cruzado el mar. Cuando la maestra lo llamó, esta vez con mayor intensidad de voz, a él solo le dio tiempo a volver hasta Sevilla.
-¡Axel! ¿Dónde estamos?
-En Al-Ándalus, señorita.
-Muy bien, pensé que te habías vuelto a quedar dormido.

miércoles, 25 de enero de 2012

Soy.

-Lo único que hace que no seas perfecta es tu condición de ser humano.
-¿estás seguro?
-¿de qué?
-De que soy humana.

domingo, 22 de enero de 2012

Miedo

Estas hecho de palabras. Palabras duras como escarpas y otras débiles como yo. Aún sigues esperando que escampe para salir de tu guarida. Sabes que una gota no te cala pero crees que no estás preparado para llorar sin que se note. Y eso que te mueres de ganas de cruzar la calle, ahora que cae este aguacero, para colocarte la capa de lluvia mientras gritas que ya no tienes miedo. Lo has imaginado mil veces. Pero estás hecho de palabras. De palabras y de miedo.

jueves, 19 de enero de 2012

Tuyo es, solo, lo que no tiene dueño.

Se me ha vuelto a escapar la primavera. La vi cómo corría tras unos caracoles alocados. Se me ha vuelto a escapar y es mi única primavera.
Pero sé que va a volver cuando se aburra de los fríos inviernos que andan sueltos por ahí. Volverá cuando se entere de los veranos que he pasado sin ella, cuando sepa todos los otoños a los que les he recogido las hojas secas. Volverá por que sabe que es mi única primavera.
Cuando se aburra de perseguir caracoles, entonces volverá.

martes, 10 de enero de 2012

¿Cómo olvidar esas piernas que siempre subían mis escaleras?

Di que no te he enseñado nada. Que no hay nada mio en ti. Di que no fuimos la misma persona y que me quieres perder.
¿Serás capaz de olvidarme?
Dime que no te perseguirán nuestros recuerdos. Que no apareceré entre tus cosas cuando menos te lo esperes, cuando menos quieras verme. O cuando suene esa canción.

Hay cosas, hay momentos, hay personas que jamás se olvidan. Aunque quieras.

viernes, 6 de enero de 2012

Puñaladas al cielo.

El campo de cigüeñas perfila el horizonte. Sobre los picos naranjas descansa el cielo, cansado. Cansado de esperar el fin del mundo. Cansado de ver como se repiten las mismas historias durante milenios. Y cansado ya de huir siempre al mismo lugar. Al campo de cigüeñas. Cigüeñas tiesas como palos, con los picos naranjas apuntando al cielo, con los ojos entrecerrados por la luz del sol y por el viento. Cigüeñas cansadas ya de aguantar al cielo.

martes, 3 de enero de 2012

Peor para el sol.

Regálame una tarde. Llévame al parque. Tumbémonos en la hierba. Vamos a hacer mil fotografías. Cuéntame tus sueños. Hablemos de la vida. Hazme reír. Léeme una poesía. Escuchemos nuestra canción preferida. Compremos chucherías. Juguemos a piedra papel o tijera. Vamos a aguantarnos la mirada. Vamos a gritar lo más que podamos. Corramos por el campo y cuando no podamos más dejémonos caer sobre la hierba. Abrázame. Abrázame fuerte. No me sueltes. Nademos en un campo de trigo. Muéstrame tu película favorita y yo te enseñaré la mía. Llévame al parque de atracciones, cómprame un globo y montemos en la noria. Dime que no crees en el amor, que esto que sentimos no lo puede sentir nadie. Todo es un sueño. Dime que no quieres despertar. Vamos a ver como huye el sol, muerto de celos. Bésame cuando ya no nos pueda ver.

domingo, 1 de enero de 2012

Déjame solo conmigo, con el íntimo enemigo.

Huir o enfrentarte a ti mismo. De cualquier modo sabes que acabarás herido y vencedor. Renacerás cuando mueras. Si consigues atravesar con esta espada tu cuerpo, se romperá por fin el fino hilo que te une a ti. Celebrarás tu victoria sabiendo que perdiste en esta batalla lo que más necesitabas para ganar la guerra.