martes, 2 de junio de 2020

¿Lo reconoces?

Otra vez tú. Otra vez esta casualidad de la vida de que tú estés ahí y yo a dos metros de ti. Mientras te escuchas a ti mismo pienso en lo que voy a escribirte. Desde tu altanería no puedes ver mis irónicos ronquidos. Lamentos de socorro por unas migajas de silencio. Busco entre tus alaridos unas palabras adecuadas para describirte: un caballero descabellado. Un principe enlatado. Una risa desafinada. Una rana desbocada. Un caballo en una charca, de tuercas desajustadas. Un bostezo prematuro. Un soneto malsonante. Una violación de oidos...

Relájate y disfruta: lo mejor de la función es que siempre termina. 

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