domingo, 28 de diciembre de 2014

Noviembre

Igual que llegan las moscas a la piel y vacían los espejos del alma, las cuencas se cubren de paisaje otoñal: de hojas muertas, milpiés y arañas.

Ceder a los deseos de caprichosos sentimientos, sin cuestionarlos. Entregarse a la desidia.
Dejarse llevar por el remolino de viento, de pensamientos. Arrepentirse cuando es demasiado tarde.
Morir es de vivos. Nacer es todos los días. Es otra oportunidad de levantarse con el sol y dejar de soñar el mundo.


domingo, 14 de diciembre de 2014

Insignificante

Primero te he ignorado. Te he escuchado y te he odiado. Me he atrevido y te he atacado. De nuevo te he escuchado y, esta vez, me has embaucado. Te he perseguido y te he encontrado mirándome sin verme, tocando sin sentirme.
A tus ojos verdes soy aire. A tus sentidos silencio. No existo más allá de tu piel, más allá de tu canoso cabello.
He escalado por tu voz y temblado en tus cuerdas vocales. Me he aventurado a través de tus oídos, haciéndome camino atravesando cavernas de hueso que has ido dejando abiertas. He buscado ahí dentro, en tu cabeza. He encontrado bibliotecas con techo a cielos de misterios, montañas de historias con final genial, suelos de cemento esculpidos con saber, jardines en desiertos de papel. He encontrado de todo, kilómetros de selva habitados por políglotas animales, bestias de fuego. Incluso me topé con los dragones que protegen la mente de la humanidad.

Pero, rendida, perdida sin mapa después de tanto caminar por los surcos cerebrales, encontré tan solo la invitación a salir de tu cabeza, sin conseguir lo que buscaba:
Allí había de todo menos un hueco para mí. 


Hoy te vuelvo a ver y tú aun preguntas mi nombre.


jueves, 31 de julio de 2014

Cumpleaños feliz

Ahora me doy cuenta y me pregunto cuándo desapareció la santa devoción, las horas infinitas. Las guerras de indios y vaqueros terminaron, aunque ignoro a favor de quién. Ya no hay más de esas largas jonadas de expedición en la salvaje selva del parque de abajo. La majestuosa construcción de arena, agua y piedras quedó olvidada, abandonada en ruinas.  Marcharon los fantasmas y nunca volvieron a esconderse tras la puerta. Y, en 23 años, los monstruos bajo la cama se transformaron solo en bolas de desidia acumuladas. Y así desvanecieron las sombras y con ellas el terror de las noches con los ojos como ventanales intentando iluminar la habitación. 


Igual, pienso, se asustará y huirá el miedo. Aunque sea necesario una última vez un disparo de agua o un susto mortal.
La lluvia no cae en nubes de azúcar; no resbala en la cornisa.
La lluvia tropieza.

viernes, 20 de junio de 2014

Prohibido.

No vale asustarse, agacharse ni temblar. Las esquinas resguardadas están prohibidas, reservadas para los cobardes. Hay que desgarrar las cuerdas con los dientes. Hay que deshacerse para volverse a construir. Y, a veces, también llorar para derretir el cemento que no nos deja movernos; hacernos grandes; levantarnos sobre nuestros propios pies.


Luchamos por desnudarnos y encontrarnos.
Buscamos el fin de las combinaciones de palabras aun sabiendo que son eternas, como nosotros. Pero sin ellas somos fugaces y morimos.
Despreciamos los silencios como si no importaran nada. Derrochamos el aire y no vemos las llamaradas que arden en las mentes de hojarasca, pero nos ofende la humareda.
Seguimos el rastro de los sabuesos que no entienden del saber, que siguen solo a su instinto.
Andamos a tientas, de aquí para allá, avanzamos dando tumbos. Y cuando tropezamos y caemos levantamos la vista y nos paramos a mirar. Vemos el mundo mirarnos y vemos, al fin, el mundo como es.
 
Está permitido caer, pero no vale asustarse, agacharse ni temblar. Enrollar con un cordón al mundo y, cual peonza, hacerlo girar.

miércoles, 12 de marzo de 2014

Maraña de palabras en los sesos

Tienes magia en los dedos pero no la dejas fluir. Sientes el hormigueo por todo el cuerpo, son las letras intentando atravesar tu piel, miles de hormigas desesperadas por salir de ti. Las notas embistiendo las paredes de tus venas y arterias, revolviéndose y ahogándose en el líquido de cada articulación, escarbando, haciendo boquetes a mordiscos en tus huesos y en tus músculos. Y las oyes gritar aunque no las entiendes. Forman cadenas de palabras sin sentido que llegan a tus oídos y se desarman en el aire denso y tan atiborrado de sonidos, de ecos y retumbos que no te permite escucharlas.

A tu magia me aferro y pienso que te abandoné, que pude ser tuya y sólo fui el resquicio destronado de tu ausencia..