viernes, 28 de junio de 2013

Un sombrero en el camino.

Descansas a mi lado, siempre atento a mis movimientos. Yo busco una nueva idea. Aunque sea mentira. Igual que las mentiras que abrigan el mundo. ¿Son reales? Son mentiras que hay que creer.

Tú me abrigas.
Yo te creo.

Vuelcas tu sombrero. Está lleno de horas, de puertas, de ideas al fin y al cabo, que me regalas sin pensarlo.

Te miro, intentando comprender. Estás lleno de horas. De oscuridad a oscuridad… ¿deberíamos temblarnos con los ojos? ¿Deberíamos morir de escalofríos? ¿O quizás prometer y olvidar? Solo para crear un momento perfecto. Solo para pagar nuestras deudas al tiempo. Solo para los dos. Para ver la magia rodando desde el hombro hasta las manos, erizando el vello con una caricia. Solo en un instante. Y al momento siguiente buscaremos en otros lares otros versos que nos besen. Se cruzaran nuestras miradas por casualidades. Sin decirnos nada. Solo ellas entenderán nuestra mentira y callarán su realidad.

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