domingo, 10 de febrero de 2013

Duelo

Asesino de misterios, acabaste con la emoción. Estate alerta, te asaltarán los fantasmas de los sueños. Y has de saber que no hay lugar donde huir, ni rincón donde esconderse cuando la imaginación agoniza entre llamas, pues de su muerte nace el odio. El fuego que prendiste destellará y abrasará tus noches para que no puedas dormir.
 Sabías que el deseo nos tenía reservadas mil historias detrás del as de corazones que descubriste.

En ese momento moría de pena, llorando gota a gota todo el encanto, al ver bañada en su propia sangre a la pasión. 

Gotas de magia encarceladas en frascos de cristal.

Ahora solo quedan despojos, las espinas de unas flores marchitas sobre la tumba del feto de lo que pudo ser y no fue.

Y las espinas de esas rosas no son sino los dientes que me las entregan.

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