Me ha sonsacado que te echo de menos y en un susurro de luz me has pedido perdón.
Has sostenido el castillo de naipes que día a día
construimos y estaba a un soplo de desmoronarse y convertirse en ruinas pues
hace tiempo abandonamos a su suerte. Ahora me toca a mí sacar el próximo as.
No hay comentarios:
Publicar un comentario