lunes, 27 de junio de 2022

Hay un demonio pequeñito en mis entrañas. Duerme sólo a veces, por el día mordisquea aquí y allá y va devorando cuanto encuentra a su camino. Le encontré esperándome con descaro en la escalera, me encontró con la lengua fuera y me tendió la mano y una zancadilla. De bruces caí al suelo y fui a topar con la más hermosa y enorme mariposa. Abrió sus alas de colores y sin saber cómo me encontré bailando una cumbia con la vida. 

Me encontré una noche trasnochada, traspuesta, acunada por la voz de García Montero. Por la mañana las ojeras me delataban y confesé ante D mis desperfectos (...).Yo, prendida por la miel de sus palabras, ahora no entiendo vivir sin batallar por los sueños, ahora que lucho por mis sueños no entiendo vivir sin conocerlo. (...).