lunes, 15 de febrero de 2021

Reiniciar

 ¿Cuánto tiene que llover para llevarse el nubarrón?

¿Cuánto tendrá que llorar para llevarse el dolor?

¿Cuánto tengo que explicar para entender

que nada es como pensaba,

que era mentira,

una pesadilla, una traición?

 

No hace falta ser feliz a toda costa

ni tampoco desembarcar en cada puerto.

No hace falta naufragar en cada intento

casi por necesidad.


Se resiente el corazón,

y escupiendo los latidos por la boca

gritará hasta que le escuches:

 

que a veces ser mediocre es lo mejor,

perder es un acierto

y olvidar es la capacidad de crear nuevos recuerdos.