viernes, 23 de marzo de 2018

Caída libre

Como si no supieras ya de mis suspiros, vuelves a preguntar. Como si no fuera todo tan sencillo y tan difícil de comprender, porque lo hacemos complicado. Nos gusta más así. 
Y yo pienso. Me acurruco y pienso. Y me siento bien. Tan arriba, casi en la cima. De un salto puedo tocar las nubes. Doy un salto y caigo. En un segundo toco el suelo. Me sorprendo serpenteando. Me encuentro sorprendiéndome. Me serpenteo encontrándome. Desidia y arañas. Y el frío otra vez. Pero tengo mi abrigo de telas de araña que tejí en mi mayor estancia en la sombra. Siembro flores, que aún no son más que polvo gris. Y sigo andando, escalando. Ascendiendo. Quizás buscando de nuevo la caída. Como si no hubiera pasado nada. 
Llega la primavera. Me quita el abrigo de los miedos. Y me lanza hacia la vida como si nunca hubiera caído, como si no fuera a volver a caer.