viernes, 26 de febrero de 2016

Tarde de tormenta

Las nubes se deshacen en jirones de algodón.

Se tira el agua, kamikaze, en picado hacia los verdes mantos.

Mantos verdes, y otros de dorado trigo, que cubren la tierra inmensa.

La luz deja sus últimos haces reposar en el horizonte y bañan el paisaje.

Y entre tanto desasosiego, el arcoirirs enérgico les parte en dos.